En nuestra sociedad llamada contemporánea, la vía rápida se ha apoderado del inconsciente colectivo y ha penetrado en todos los aspectos del quehacer humano.
Las personas ya no quieren leer libros voluminosos, mejor compran el resumen, ya son pocos los que leen el diario, solo se lee los titulares y a partir de hay se pretende “dar una opinión informada”, la ciencia corre a ciegas en persecución de la “divina píldora” capaz de solucionar todas las enfermedades de la humanidad.
Hoy nadie quiere cocinar, se prefiere los “alimentos” preparados industrialmente, muy pocos son los que se dan un minuto para admirar el mundo que nos rodea, sentir el viento, admirar un ave, en fin las cosas simples de la vida.
Hoy escuche una frase que calo hondo en mi corazón, “El mundo no admira la grandeza, solo el éxito”
Inmediatamente se presento ante mi un profundo dilema: “Ser o no Ser”, ¡Que difícil decisión¡ En nuestro siglo que se educa a los niños en el “Tener por sobre el Ser”, que podemos hace los anticuados de 40 que crecimos bajo un sistema de valores y virtudes, que hoy no parecen tener importancia, pues hoy “El fin Justifica los Medios”.
Amigos todos, recordemos que los Valores son ABSOLUTOS y no relativos.
Al final del camino la GRANDEZA es un valor que perdura incluso más allá de nuestra propia existencia, en tanto que el ÉXITO es un estado de animo temporal, y que es absolutamente relativo.
El éxito máximo es trascender, si transcendemos fuimos grandes y si alcanzamos algún grado de grandeza o si tan solo la admiramos con pasión hemos sido exitosos.
“Ser o no Ser, he hay el dilema”
Orlando, Rodríguez Urriola, M.·.M.·.