Que la Acupuntura y la Física Quántica van de la mano, no es algo
nuevo, autores como Fritjol Capra, James L. Oschman, Marta Paus, Joshio
Monaka y tantos otros, que harían tediosa la lectura de este artículo,
lo cierto y verdad es que si uno lee con detenimiento los libros
clásicos de Medicina Tradicional China, o algunos filósofos como Lao
Tsé, se comprende la profunda carga científica que estos libros
encierran.
La Física Quántica, que tan magnifica labor está haciendo, y
puede hacer en el campo de las medicinas vitalistas, tiene mucha de sus
respuestas en la Medicina Tradicional China, desde la bioenergética, la
matriz viviente o el campo unificado, todo tiene su respuesta desde hace
mas de 4000 años, así pues, se nos presenta un reto, la de describir
cómo toda esta información codificada del cuerpo holográfico termina
proyectándose en un cuerpo bioquímico.
El concepto holográfico del cuerpo que tiene como una de sus características, que cualquier parte del holograma que escojamos, contiene en su totalidad la imagen proyectada del resto, esto no es solo aplicable a nuestro cuerpo energético si no a todo, absolutamente a todo lo que nos rodea, lo que esta arriba esta también abajo, es decir, es como una gigantesca Matruska que una y otra vez se replica sin fin, haciéndose cada vez más diminuta, o para entenderlo mejor, utilizaremos las palabras del sabio Salomón “Lo que se ve sólo es una imagen de lo que no se ve”.
Cuando la bioquímica y la neurofísica buscan circuitos electrónicos del cuerpo, olvidan los verdaderos circuitos energéticos del cuerpo humano, estudiándoles, encontramos una perfecta anatomía energética, totalmente integrada y coordinada con el cosmos, dando lugar a toda la fisiología energética, y sus alteraciones, a su fisiopatología energética; descubrir y desarrollar estos conceptos, es sencillamente apasionante.
La palabra Acupuntura, es una equivocada traducción del ideograma chino que significa metal y fuego, dos elementos que se representan en las técnicas de las agujas y de la moxa. Las agujas por el metal, y la moxa (representada principalmente por la artemisa) el fuego. El principio de física sobre el metal como conductor de la energía es de sobra conocida y no cabe aquí dar más explicaciones, pero quizá sea bueno aclarar que hoy sabemos que la Artemisa tiene una frecuencia que vibra entre 4 y 14 micras lo que le da tropismo con nuestras células y la convierte prácticamente en una cerámica infrarroja viva.
Estas técnicas nos permite actuar en los 12 canales de acupuntura derivados de los órganos y las vísceras a excepción del Tripe Recalentador y el Maestro de Corazón, pero eso solo son los llamados Meridianos Principales los Jingmai (MP) pero hay muchas más vías energéticas colaterales, como son tendinomusculares los Jingsi de estos irradian los Sun Luo colaterales de cuarta magnitud pilares energéticos a través de los cuales se libera la energía wei o energía defensiva conformando nuestro halo radioactivo, que nos defiende las noxas climáticas, 12 meridianos dobles Luo longitudinales, más 2 dobles, Gran Luo de BP y Gran Luo de E, más 1 Luo Renmai y 1 Luo Dumai, más 12 Meridianos Luo transversales dobles, que restablece el equilibrio yin-yang entre el órgano y víscera, y 12 dobles distintos o Jingbie, con tres recorridos distintos, infraorgánicos, orgánico supraorgánico muy importante porque transporta de energía Shen, es decir nuestra psicoenergía, esos “bits” de información energética, capaz de actuar en el terreno orgánico, y 8 Vasos Reguladores o maravillosos llamados así por los médicos europeos al descubrir su potencial.
Vemos entonces una perfecta red de vías energéticas transportando, transformando y anastomosándose las diferentes frecuencias, creando una maravilloso cuerpo energético, que permite al individuo interactuar hacia adentro y hacia fuera como un ser holístico, indivisible.
El conocimiento de este extraordinario mapa, permite al profesional de la salud dirigir esta compleja orquesta aun en su más insignificante nota dada por un pícolo.
Agradecemos a el desarrollo de la física la explicación de algunos de estos campos de información, aunque como decía Gauguelin en 1974 “El científico sabe que en la historia de las ideas, la magia siempre precede a la ciencia, que la intuición de los fenómenos se anticipa a su conocimiento objetivo”
Emilia Lozano,
www.gentnova.com
El concepto holográfico del cuerpo que tiene como una de sus características, que cualquier parte del holograma que escojamos, contiene en su totalidad la imagen proyectada del resto, esto no es solo aplicable a nuestro cuerpo energético si no a todo, absolutamente a todo lo que nos rodea, lo que esta arriba esta también abajo, es decir, es como una gigantesca Matruska que una y otra vez se replica sin fin, haciéndose cada vez más diminuta, o para entenderlo mejor, utilizaremos las palabras del sabio Salomón “Lo que se ve sólo es una imagen de lo que no se ve”.
Cuando la bioquímica y la neurofísica buscan circuitos electrónicos del cuerpo, olvidan los verdaderos circuitos energéticos del cuerpo humano, estudiándoles, encontramos una perfecta anatomía energética, totalmente integrada y coordinada con el cosmos, dando lugar a toda la fisiología energética, y sus alteraciones, a su fisiopatología energética; descubrir y desarrollar estos conceptos, es sencillamente apasionante.
La palabra Acupuntura, es una equivocada traducción del ideograma chino que significa metal y fuego, dos elementos que se representan en las técnicas de las agujas y de la moxa. Las agujas por el metal, y la moxa (representada principalmente por la artemisa) el fuego. El principio de física sobre el metal como conductor de la energía es de sobra conocida y no cabe aquí dar más explicaciones, pero quizá sea bueno aclarar que hoy sabemos que la Artemisa tiene una frecuencia que vibra entre 4 y 14 micras lo que le da tropismo con nuestras células y la convierte prácticamente en una cerámica infrarroja viva.
Estas técnicas nos permite actuar en los 12 canales de acupuntura derivados de los órganos y las vísceras a excepción del Tripe Recalentador y el Maestro de Corazón, pero eso solo son los llamados Meridianos Principales los Jingmai (MP) pero hay muchas más vías energéticas colaterales, como son tendinomusculares los Jingsi de estos irradian los Sun Luo colaterales de cuarta magnitud pilares energéticos a través de los cuales se libera la energía wei o energía defensiva conformando nuestro halo radioactivo, que nos defiende las noxas climáticas, 12 meridianos dobles Luo longitudinales, más 2 dobles, Gran Luo de BP y Gran Luo de E, más 1 Luo Renmai y 1 Luo Dumai, más 12 Meridianos Luo transversales dobles, que restablece el equilibrio yin-yang entre el órgano y víscera, y 12 dobles distintos o Jingbie, con tres recorridos distintos, infraorgánicos, orgánico supraorgánico muy importante porque transporta de energía Shen, es decir nuestra psicoenergía, esos “bits” de información energética, capaz de actuar en el terreno orgánico, y 8 Vasos Reguladores o maravillosos llamados así por los médicos europeos al descubrir su potencial.
Vemos entonces una perfecta red de vías energéticas transportando, transformando y anastomosándose las diferentes frecuencias, creando una maravilloso cuerpo energético, que permite al individuo interactuar hacia adentro y hacia fuera como un ser holístico, indivisible.
El conocimiento de este extraordinario mapa, permite al profesional de la salud dirigir esta compleja orquesta aun en su más insignificante nota dada por un pícolo.
Agradecemos a el desarrollo de la física la explicación de algunos de estos campos de información, aunque como decía Gauguelin en 1974 “El científico sabe que en la historia de las ideas, la magia siempre precede a la ciencia, que la intuición de los fenómenos se anticipa a su conocimiento objetivo”
Emilia Lozano,
www.gentnova.com