Más de la mitad de la población mundial vive en países que han recibido una gran influencia de las ideas y prácticas budistas. Sin embargo, desde los tiempos de Buda -quinientos años antes de la aparición del cristianismo- hasta mitad del siglo XX en Occidente no se sabía casi nada acerca del budismo. No obstante, a mediados del siglo XX esta situación empezó a cambiar, y se dice que hoy en día el budismo es una de las religiones que con más rapidez se extiende en Occidente.
¿El budismo es una religión? Normalmente consideramos que la religión es creer en Dios, o mejor dicho, en creer en cualquiera de sus manifestaciones divinas; sin embargo, en el budismo no se habla de Dios alguno.
De esta forma la pregunta que surge es si el budismo se trata de una religión o si se trata sencillamente de una filosofía -una visión particular del mundo, con pautas de comportamiento ético-, o si por el otro lado es más bien una especie de psicoterapia, una manera de comprendernos a nosotros mismos y afrontar los dilemas que la vida nos plantea. En cierto modo el budismo abarca todo esto y al mismo tiempo incluye mucho más.
Un sendero de comprensión directa. El budismo invita a reconsiderar las ideas preconcebidas sobre la religión. Se ocupa de las verdades que van más allá de lo puramente racional, revelando una visión trascendental de la realidad que en su conjunto sobrepasa todas las categorías usuales de pensamiento. El camino budista es una forma de entrenamiento espiritual que con el tiempo lleva a una comprensión directa y personal de dicha visión trascendental.
El sendero empieza desde nuestro propio potencial. Todos tenemos la capacidad de ser más despiertos, más sabios, más felices y más libres de lo que normalmente somos. Tenemos la capacidad de penetrar directamente en la esencia de la realidad, de llegar a conocer las cosas tal como son. Las enseñanzas y métodos del budismo tienen eso como un objetivo final: posibilitar la comprensión plena de nuestro propio potencial.
La expansión del budismo en el mundo. En el transcurso de su larga historia, el budismo se extendió a todos los países de Asia. Allí donde aparecía, la interacción entre la cultura indígena local y las nuevas enseñanzas que provenían del Buda causaban profundos efectos en las dos. En muchos casos el budismo dio lugar a un renacimiento cultural en estas culturas a las que llegaban. En algunas situaciones, como ocurrió en el Tibet, se convirtió incluso en heraldo de la cultura. A medida que el budismo se extendía, experimentaba a su vez cambios y llegaba a adaptarse a las circunstancias culturales específicas de cada zona, esto para así poder expresar sus principios directamente. Así, actualmente distinguimos los budismos de Sri Lanka, Tailandia, Birmania, Vietnam, Camboya, Laos, Nepal, Tibet, China, Mongolia, Rusia y Japón (incluso algunos historiadores creen, a partir de recientes hallazgos arqueológicos importantes, que países de medio oriente tuvieron también en su historia un periodo budista), y dentro de estos podemos observar una amplia y desconcertante variedad de tradiciones, escuelas y subescuelas. La pregunta que surge es cuál, de entre todo este abanico, es el verdadero budismo y a su vez qué tienen en común todos estos enfoques diferentes.
El elemento común de todas las escuelas budistas. Lo que la mayoría de ellas tienen en común es su origen ancestral. Todas ellas son ramas, hojas y flores que han crecido a partir del tronco del primer budismo indio. Todas ellas contemplan la figura de Buda y aceptan y presentan sus enseñanzas originales, aunque a la vez destacan puntos diferentes.
El buda como origen de todo el budismo. Para entender los fundamentos del budismo es necesario aproximarse a Buda lo más posible. Una forma de hacerlo consiste en estudiar los primeros textos donde aparecen sus diálogos y ver qué aspectos resultan todavía relevantes para nuestra vida. Esto no quiere decir, que tengamos que rechazar interpretaciones de escuelas posteriores, si no que es muy bueno para comprender acercarnos al buda histórico.
Los budistas actuales son herederos de todo el budismo. Hoy en día los budistas occidentales son herederos de toda la tradición budista. Pueden admirar, respetar y hacer uso práctico tanto de los elementos del budismo Soto Zen japonés como de los del budismo Vajrayana tibetano o del Theravada tailandés. Sin embargo para poder comprender la tradición en su conjunto hemos de volver siempre a sus raíces, a la experiencia desde donde surgió todo el budismo.
¿Qué pasó después de la muerte del Buda? El Budismo desapareció de la India hace mil años (aunque recientemente esta reviviendo). Así mismo la enseñanza se expandió hacia el sur a Sri Lanka y el Sudeste de Asia, donde la forma Theravada de Budismo aun sigue floreciendo. También se difundió al norte al Tíbet, China, Mongolia y Japón. Las formas Mahayana de Budismo se practican en estos países, aunque en el último siglo han sufrido mucho de los efectos del comunismo y consumismo. En el último siglo el Budismo ha llegado indudablemente a Occidente y muchas personas se han convertido en Budistas.
Extraido de http://budismo-valencia.com
1 comentario:
yo lo que quiero es hacer meditación y no se si servirá lo mismo el budismo?
Un saludo!
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