El término ciática describe
los síntomas de dolor de pierna (y posiblemente de hormigueo, adormecimiento o
debilidad) que empiezan en la parte inferior de la espalda y pasan por los
glúteos y el nervio ciático mayor en la parte posterior de la pierna.
La ciática es un síntoma de
una afección médica subyacente –no es un diagnóstico médico de por sí.
La
ciática
La ciática con frecuencia es
caracterizada por la presencia de uno o más de los siguientes síntomas:
- Dolor constante en una nalga o en una sola pierna (rara vez puede
presentarse en ambas piernas)
- Dolor que se agudiza al sentarse
- Quemazón o hormigueo que bajan por la pierna (en vez de un dolor
sordo)
- Debilidad, adormecimiento o dificultad para mover la pierna o el
pie
- Dolor constante en una nalga
- Dolor punzante que pueda hacer difícil ponerse de pie o caminar
El dolor de la ciática puede
variar desde infrecuente e irritante hasta constante y debilitador. Los
síntomas específicos de la ciática también varían mucho en cuanto al tipo de
síntoma, el lugar afectado y su gravedad; todo depende de la afección causante
de la ciática. Aunque los síntomas pueden ser muy dolorosos, rara vez producen
daños permanentes (daño tisular) en el nervio ciático.
La evolución de la ciática
La prevalencia de la ciática aumenta en las personas de
mediana edad. Es rara su aparición antes de los 20 años. La probabilidad de
experimentar la ciática aumenta por los cincuenta años y luego se disminuye.1
En general, la ciática no es causada por un evento o una
lesión aislados, sino que suele ir desarrollándose con el tiempo.
La gran mayoría de las personas que experimentan la
ciática se curan dentro de unas semanas o meses y consiguen aliviar el dolor
con tratamientos no quirúrgicos. Sin embargo, otras sufren una ciática fuerte y
debilitante debido a la compresión del nervio ciático.
Existen unos pocos síntomas que puedan requerir de una
intervención médica (y posiblemente quirúrgica) inmediata, tales como síntomas
neurológicos progresivos (por ejemplo, debilidad de la pierna) o una disfunción
intestinal o vesical.
Como la ciática es provocada por una afección médica de
fondo, su tratamiento se centra en el alivio de las causas subyacentes de los
síntomas. Generalmente el tratamiento consta de cuidados personales o
tratamientos no quirúrgicos, pero para casos graves o resistentes al
tratamiento, puede ser una opción una cirugía.
La Medicina China a través de la Acupuntura
es un tratamiento altamente efectivo para esta afección tan común en nuestros
días.
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